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Vienen un tiempo de angustia

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 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fué después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro.” Daniel 12:1. CS54 671.1 Cuando termine el mensaje del tercer ángel la misericordia divina no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido “la lluvia tardía,” el “refrigerio de la presencia del Señor,” y estará preparado para la hora de prueba que le espera. Los ángeles se apuran, van y vienen de acá para allá en el cielo. Un ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está terminada; el mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos los que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido “el sello del Dios vivo.” [(véase el Apéndice, Nota 13)] Entonces Jesús dejará de interceder en el santuario celestial.  Levantará sus manos y con g

El libro de los Salmos

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 Dios invita a los hombres a verle en las maravillas de los cielos. "Levantad en alto vuestros ojos —dice— y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio". Isaías 40:26. Dios quiere que estudiemos las obras del infinito, y aprendamos de ese estudio a amarle, reverenciarle y obedecerle. Los cielos y la tierra, con sus tesoros, enseñan las lecciones del amor de Dios, de su cuidado y poder. Dios invita a sus criaturas a apartar su atención de la perplejidad que los rodea, y a admirar las obras de sus manos. Mientras las estudiamos, los ángeles del cielo estarán a nuestro lado para iluminar nuestra mente, y protegerla contra los engaños de Satanás...  El salmista declara: "Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová". Salmo 27:8... El Salmo 81 explica por qué fue dispersado Israel, por olvidarse de Dios, como las iglesias

¡Feliz Año Nuevo!

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Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Salmos 90:12.  Otro año de vida se ha hundido en el pasado. Ante nosotros se abre un nuevo año. ¿Cuál será su historia? ¿Qué escribiremos cada uno sobre sus páginas inmaculadas? Eso lo decidirá la manera en que pasemos cada uno de los días.  Comencemos el nuevo año con nuestros corazones limpios de la contaminación del orgullo y el egoísmo. Descartemos toda indulgencia pecaminosa, y procuremos ser fieles y diligentes alumnos de la escuela de Cristo. Un nuevo año abre sus limpias páginas ante nosotros.  ¿Qué escribiremos en ellas?  Procuremos comenzar este año con propósitos correctos y motivos puros, como quienes tendrán que rendir cuenta delante de Dios. Nunca olvidéis que vuestros actos están pasando a la historia por medio de la pluma del ángel anotador. Tendréis que volver a encontraros con ellos cuando se comience el juicio y se abran los libros. 

La Crisis Final

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 “Siendo que todo será destruido, ¿qué clase de personas deben ser ustedes en santa y piadosa conducta, esperando y apresurándose para la venida del día de Dios? En ese día los cielos serán encendidos y deshechos, y los elementos se fundirán abrasados por el fuego” (2 Ped. 3:1)  Jesus dijo a sus discípulos, y nos dice a nosotros: “Por tanto, vayan a todas las naciones, hagan discípulos bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado. Y yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mat. 28:19, 20). Esta es la Gran Comisión. Y en muchos sentidos el mensaje de los tres ángeles, con un llamado a “toda nación y tribu, lengua y pueblo” (Apoc. 14:6), es simplemente la “verdad presente” (2 Ped. 1:12) de la Gran Comisión.  Apocalipsis 14:6  6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo  2 Pedro

Nada podemos hacer sin Dios

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Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12.  No hay nadie que haya errado a quien Jesús no perdone, reciba y bendiga si, consciente de su debilidad e impotencia, se acerca a El con fe en busca de simpatía y fortaleza. ¡Qué pensamientos consolador es saber que Jesús se compadece de nuestras debilidades! Fue tentado en todo así como nosotros somos tentados, y ha provisto exactamente la clase de ayuda que necesitamos, de tal manera que si tan sólo ponemos nuestros pies en las huellas de sus pisadas, estaremos seguros. Santificó el sendero que recorrieron sus pies.Escuchemos su voz que nos invita: “Sígueme. Soy la luz del mundo. Los que me siguen no caminarán en tinieblas. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Véase Mateo 4:19; Juan 8:12;. 16:33.  Cristo venció al mundo en una experiencia real, y cuán grande es su amor para con nosotros cuando nos invita a ir a El con todas nuestras aflicci

Los días finales

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 La caída del hombre llenó todo el cielo de tristeza... Los ángeles suspendieron sus himnos de alabanza. Por todos los ámbitos de los atrios celestiales, había lamentos por la ruina que el pecado había causado. El Hijo de Dios, el glorioso Soberano del cielo, se conmovió de compasión por la raza caída. Una infinita misericordia conmovió su corazón al evocar las desgracias de un mundo perdido. Pero el amor divino había concebido un plan mediante el cual el hombre podría ser redimido. La quebrantada ley de Dios exigía la vida del pecador. En todo el universo solo existía uno que podía satisfacer sus exigencias en lugar del hombre. Puesto que la ley divina es tan sagrada como el mismo Dios, solo uno igual a Dios podría expiar su transgresión. Ninguno sino Cristo podía salvar al hombre de la maldición de la ley, y colocarlo otra vez en armonía con el Cielo. Cristo cargaría con la culpa y la vergüenza del pecado, que era algo tan abominable a los ojos de Dios que iba a separar al Padre y su

La observancia del sábado

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El Salvador guardaba el sábado, y enseñó a sus discípulos que lo guardaran. Sabía de qué manera debía ser observado, pues él mismo lo había santificado.  La Sagrada Escritura dice: “Acordarte has del día del sábado, para santificarlo.” “El séptimo día será Sábado a Jehová tu Dios.” “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay; y en el día séptimo reposó: por tanto Jehová bendijo el día del Sábado, y lo santificó.” Éxodo 20:8, 10, 11; 31:16, 17, Versión Valera de la S. B Cristo obró con su Padre en la creación de la tierra, y fué él quien hizo el sábado, pues las Santas Escrituras dicen que “todas las cosas por medio de él fueron hechas.” Juan 1:3.  Cuando miramos el sol y las estrellas, los árboles y las hermosas flores, debemos recordar que fué Cristo quien hizo todo esto. El hizo el sábado para ayudarnos a rememorar su amor y su poder.  Los doctores de los judíos habían establecido muchas reglas respecto a la manera de observar el

Fuerza para el tiempo de angustia

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En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Daniel 12:1.  Al acercarse los miembros del cuerpo de Cristo al período de su último conflicto, al “tiempo de angustia de Jacob”, crecerán en Cristo y participarán en gran medida de su Espíritu. Al crecer el tercer mensaje hasta ser un fuerte pregón, cuando acompañe a la obra final un gran poder y gloria, los hijos de Dios participarán de aquella gloria. La lluvia tardía será lo que los fortalecerá y reavivará para atravesar el tiempo de angustia. Sus rostros resplandecerán con la gloria de aquella luz que acompaña al tercer ángel.  Vi que Dios preservará de manera maravillosa a su pueblo durante el tiempo de angustia. Así como Jesús oró con toda la agonía de su alma en el huerto, ellos clamarán con fervor y agonía día

Perfección por los méritos de Cristo

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Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Mateo 5:48.  Cristo presenta delante de nosotros la más alta perfección del carácter cristiano, que deberíamos procurar alcanzar durante toda la vida. Pablo escribe acerca de esta perfección: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo...Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús...”. Filipenses 3:12-15. Como podemos alcanzar la perfección especificada por nuestro Señor y Salvador Jesucristo: nuestro gran Maestro?  ¿Podemos hacer frente a sus requisitos y alcanzar una norma tan elevada? Podemos, pues de lo contrario Cristo no nos lo hubiera ordenado. Él es nuestra justicia. En su humanidad, ha ido delante de nosotros y ha efectuado para nosotros la perfección del carácter.  Hemos de tener la fe en él que obra por el amor y purifica el alma. La perfección del carácter se basa en lo que Cristo es para nosotros.  Si dependemos constantemente de

Seguridad eterna

Jehová será rey sobre toda la tierra.   En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.   Zacarías 14:9 .   El gran plan de la redención dará por resultado el completo restablecimiento del favor de Dios para el mundo.   Será restaurado todo lo que se perdió a causa del pecado.   No sólo el hombre, sino también la tierra será redimida, para que sea la morada eterna de los obedientes.   Durante seis mil años, Satanás luchó por mantener la posesión de la tierra.   Pero se cumplirá el propósito original de Dios al crearla.   “Tomarán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre”.   Daniel 7:18 .   “Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová”.   Salmos 113:3 ...   Los sagrados estatutos que Satanás ha odiado y ha tratado de destruir, serán honrados en todo el universo inmaculado. Por medio de la obra redentora de Cristo, el gobierno de Dios queda justificado.   El Omnipotente es dado a conocer como el D