La angustia de Jacob.

Vi que los Santos abandonaban las ciudades y los pueblos para reunirse en grupos con el fin de vivir en los lugares más apartados. Los ángeles les proporcionaban alimento y agua mientras los impíos sufrían hambre y sed. Acto seguido vi que los grandes hombres de la tierra consultaban entre sí, y vi a Satanás y sus ángeles atareados en torno de ellos. Vi un edicto, del que se distribuyeron copias por distintas partes del país, mediante el cual se ordenaba que a menos que los santos renunciaran a su fe peculiar y pusieran a un lado el sábado para observar el primer día de la semana, después de cierto tiempo la gente quedaría en libertad para darles muerte. Pero en esa hora de prueba los santos estaban tranquilos y serenos, confiando en Dios y descansando en su promesa de que se les abriría un camino de salvación. En algunos lugares, antes que venciera el plazo señalado en el edicto, los impíos se abalanzaron sobre los santos para darles muerte; pero ángeles con apariencia ...