Dios protege a los suyos.

No consintió que nadie los agraviase, y por causa de ellos castigó a los reyes. No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas. Salmos 105:14, 15. 



Es mediante pruebas estrictas y reveladoras como Dios disciplina a sus siervos. El ve que algunos tienen aptitudes que pueden usarse en el progreso de su obra, y los somete a pruebas. 

En su providencia, los coloca en situaciones que prueban su carácter, y revelan defectos y debilidades que estaban ocultos para ellos mismos. Les da la oportunidad de corregir estos defectos, y de prepararse para su servicio. 

Les muestra sus propias debilidades, y les enseña a depender de él; pues él es su única ayuda y salvaguardia. Así se alcanza su propósito. Son educados, adiestrados, disciplinados y preparados para cumplir el gran propósito para el cual recibieron sus capacidades.
Conflicto y valor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La palabra de Dios es veraz.