La religión emocional

Los sentimientos no son evidencia de rechazo.

Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. Salmos 145:18, 19. 


Quiero llamaros la atención a las preciosas promesas de la Palabra de Dios. Todos los que son hijos de Dios no tienen las mismas capacidades, los mismos temperamentos, la misma confianza y decisión. 

Me alegro de que nuestros sentimientos no son evidencia de que no seamos hijos de Dios. El enemigo os tentará a pensar que habéis hecho cosas que os han separado de Dios, y que ya no os ama; pero nuestro Señor todavía nos ama, y esto podemos saberlo por las palabras que ha dejado escritas para casos como éstos. “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 1 Juan 2:1. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9.

Dios os ama, y el precioso Salvador, que se entregó por vosotros, no os rechazará porque sois tentados, y habéis vencido en vuestra debilidad. Sigue amándoos.

Pedro negó a su Señor en la hora de la prueba, pero Jesús no dejó a su pobre discípulo. 

Aunque Pedro se odiaba a sí mismo, el Señor lo amaba; y después de su resurrección, lo llamó por su nombre, y le envió un amante mensaje. ¡Oh, qué Salvador bondadoso, amante y compasivo tenemos nosotros! Y él nos ama aunque erremos. 

No os alejéis de los brazos de nuestro querido Salvador a causa de vuestras preocupaciones, sino descansad confiados y con fe. Él os ama; él os cuida. 

Es una bendición para vosotros, y os dará su paz y su gracia. Os dice: “Tus pecados te son perdonados”. Podéis estar deprimidos a causa de dolencias corporales, pero eso no es una evidencia de que el Señor no esté trabajando cada día por vosotros. Os perdonará con abundancia.

 Apropiaos de las abundantes promesas de Dios. Jesús es nuestro amigo constante y que no falla, y él quiere que confiéis en él.—Carta 99, 1896. AFC 284.3

Comentarios

Entradas populares de este blog

La palabra de Dios es veraz.