
El pastor conoce a cada oveja. No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Isaías 43:1 . De todas las criaturas, la oveja es una de las más tímidas e indefensas, y en el Oriente el cuidado del pastor por su rebaño es incansable e incesante. Antiguamente, como ahora, había poca seguridad fuera de las ciudades amuralladas. Los merodeadores de las tribus errantes, o las bestias feroces que tenían sus guaridas entre las rocas, acechaban para saquear los rebaños. El pastor velaba por su rebaño, sabiendo que lo hacía con peligro de su propia vida. Jacob, que cuidaba los rebaños de Labán en los campos de Harán, dice, describiendo su infatigable labor: “De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño se huía de mis ojos”. Génesis 31:40 . Y fue mientras cuidaba las ovejas de su padre, cuando el joven David, sin ayuda, hacía frente al león y al oso, y arrebataba de entre sus colmillos el cordero robado. ...