No es una emoción ni un rapto
Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios. 2 Corintios 4:1, 2. Hermano mío, hay peligro para los que en nuestras filas cometen un error con respecto a recibir el Espíritu Santo. Muchos suponen que una emoción o un rapto de sentimientos son evidencias de la presencia del Espíritu Santo. Hay peligro de que los sentimientos correctos no sean comprendidos, y que las palabras de Cristo: “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20), pierdan su valor. Hay peligro de que las propias invenciones e imaginaciones supersticiosas ocupen el lugar de las Escrituras. Digan a nuestro pueblo: No estén ansiosos de introducir algo no revelado en la Palabra. Manténganse cerca de Cristo. Recuerden sus pal...