
Mentes llenas de las promesas divinas. Con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:10. Según este pasaje, hay algo que creer y también algo que confesar. El corazón debe aceptar primero la verdad como es en Jesús. Este es el fundamento de la verdadera religión. La convicción de pecado comienza entonces a hacerse sentir; el alma enferma de pecado, siente su necesidad de un médico y viene a Jesús de Nazaret en busca de perdón. Alistándose en la guerra contra el enemigo, mira a Jesús en busca de fortaleza para resistir la tentación. Persevera velando en oración y escudriña las Escrituras. Las verdades de la Biblia se ven iluminadas por una luz nueva e intensamente interesante, y el Espíritu de Dios le revela su solemne importancia. Estudia la vida de Cristo, y mientras más claramente discierne la pureza inmaculada del carácter del Salvador, ...